Ictus

El ictus o accidente cerebrovascular es la primera causa de discapacidad en hombres y mujeres en la edad adulta.

Las consecuencias del ictus dependen de la zona del cerebro que ha sido lesionada, cuánta ha sido la zona afectada del cerebro y el estado de salud general de la persona previo a la lesión, entre otros. Por tanto, los síntomas son variables, aunque los más característicos suelen ser problemas de movimiento, dificultad al hablar, cambios comportamentales, problemas de memoria y déficits cognitivos.

El seguimiento de pautas y la realización de un tratamiento efectivo puede hacer que la persona que ha sufrido un ictus mejore, llegando incluso a normalizar su vida.

¿Cómo ayuda un neuropsicólogo en la recuperación tras el ictus?

Dependerá de las áreas afectadas, pero con un tratamiento rehabilitador en neuropsicología adecuado se puede potenciar la capacidad de concentración, mejorar la memoria y las funciones cognitivas, mejorar la comunicación, ganar en independencia, aumentar la autoestima, modificar distintos problemas de conducta, reencontrarse con el entorno laboral y recuperar la normalidad en la convivencia con la familia y el entorno social.

Es importante remarcar el asesoramiento a las familias para que continúen con las pautas en la consulta, así como ponerse de acuerdo con el resto de profesionales que llevan su tratamiento para que todos los terapeutas vayan juntos al objetivo común de mejorar la calidad de vida y aumentar la autonomía.

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