Problemas de memoria y proceso degenerativo

Uno de los miedos más apremiantes de las personas mayores es poder tener una demencia en alguna ocasión. El miedo a no recordar a los seres queridos o a no valerse por sí mismo hace que ante cualquier señal de alarma muchas personas mayores o sus familiares teman que se trate de un inicio de demencia. Cuando esto es así, una detección precoz puede ralentizar este proceso, por ello es importante distinguir cuándo los problemas de memoria que aparecen en la persona mayor son los normales para la edad, o cuándo son la primera señal de un proceso degenerativo.

Para entender la memoria hay que pensar en un continuo, y distinguir cada fase por separado:

  • Memoria normal para un adulto.
  • Problemas de memoria asociados a la edad (no son considerados patológicos, sino como envejecimiento normal).
  • Deterioro cognitivo leve.
  • Demencia.

Los estudios indican que las personas mayores no tienen porqué tener problemas de memoria asociados a la edad. Aunque estos problemas no son considerados patológicos, dotar al mayor de un entrenamiento adecuado en memoria puede proporcionarle un bagaje que le ayude, en un momento determinado en el que pueda padecer un posible deterioro cognitivo leve o el inicio de una demencia, con estrategias compensatorias, con el fin de paliar los síntomas durante un mayor tiempo.

¿Cómo puede ayudar un neuropsicólogo en los problemas de memoria?

La valoración cognitiva le va a permitir saber en qué parte del continuo se encuentra la persona mayor, ayudando a distinguir y detectar problemas de memoria que pueden ser patológicos o que pueden ser revertidos. Tras la valoración neuropsicológica se puede definir y personalizar un tratamiento de estimulación cognitiva para la persona mayor, con el fin de mantener a la persona en el envejecimiento normal o de incluso mejorarle la memoria, dándole un mayor bagaje de la misma.

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